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miércoles, 13 de enero de 2010

Edvard Munch (1863–1944)


Este bigotudo que mira tan serio desde la imagen fue un pintor y grabador noruego que estudió en la Escuela Real de Dibujo de Oslo y perfiló enseguida para el rumbo del expresionismo.
Luego de un inicio naturalista desarrolló una pintura de intenciones simbolistas y dramáticamente fabulosas o irreales, invadida de un sentido trágico de la vida.
Sus obras referidas a la angustia (técnica con la cual inmortalizó su estilo) tuvieron una influencia notable en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.
Durante el apogeo del nazismo, esta manga de asesinos del arte retiró los cuadros de Munch de los museos alemanes por considerarlos “arte degenerado”.

Su obra más conocida es El grito pintada en 1893 (Galería Nacional de Oslo), pero, Munch realizó con este tema y con el mismo nombre obras similares, como la litografía de 1895. Si no pongo la foto de esta obra, es porque es bastante conocida y podrán encontrarla en cualquier parte en internet.

Autoretrato


Óleo sobre lienzo 150,5 x 131 cm. Año 1919.

Esta obra me ha caido en simpatía gracias a la historia que lleva a cuestas. En 1919 Edvard Munch contrajo la gripe “española”, una de las pandemias más conocidas del siglo XX. Estando convaleciente, realizó un autorretrato que, si bien no figura entre sus obras más célebres, tiene una lograda expresión de dramatismo.
Los convido con la imagen, para que conozcan un poco más de la obra de este loco de mierda.

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